Miguel Palacios es licenciado en Química, con especialidad Industrial, y máster en Ingeniería Ambiental, Miguel Palacios es además diplomado en Alta Dirección de Empresas. Inició su andadura profesional en Explosivos Río Tinto en 1982, en la planta Amoniaco-Urea de Palos de la Frontera, en Huelva. Después, ingresó en Atlantic Copper (entonces Río Tinto Minera), empresa en la que ha ejercido diferentes responsabilidades a lo largo de estos treinta años. En la actualidad es director general de Metalurgia, siendo responsable de las operaciones y la gestión energética, así como de la Ingeniería de Procesos, Ingeniería de Proyectos, I+D+i y Contrataciones y Compras. Su amplio conocimiento sobre la industria onubense le hace apostar fuertemente por ella, sin ningún tipo de duda.
1. Como experto en el ámbito industrial y conocedor de los entornos locales e internacionales, ¿qué análisis hace del sector industrial en la región y de su potencialidad futura?
Hago un análisis positivo, optimista. Huelva en particular y Andalucía en general tienen muchos alicientes para atraer inversión industrial: terrenos, un importante servicio portuario, personas con excelente cualificación en el ámbito industrial, importantes empresas o infraestructuras. Nos falta vendernos bien fuera de Andalucía, como lo hacen otros países y regiones más conocidas.
La sociedad en general debe saber que la industria está en Huelva para quedarse, renovándose y creciendo con la ciudad y la provincia, pero necesitamos que nos apoyen, que las administraciones públicas aporten estabilidad normativa, seguridad en el uso del suelo, políticas energéticas razonables, agilización de los trámites administrativos, y un largo etcétera.
2. ¿En qué sentido ‘el cobre crea hogar’?
El cobre es un elemento esencial en el día a día de cualquier persona. El consumo medio anual crece en el mundo el 3% y en los países emergentes o en vías de desarrollo, como China, alcanza el 7%. No es posible imaginar la vida doméstica sin cobre, ya que forma parte de todo lo que la hace más cómoda y agradable: vivienda, transportes, tecnología, alimentación, sanidad, etcétera.
3. ¿De qué forma se puede ver beneficiada la producción del cobre con el objetivo del Programa Horizonte 2020?
Sin duda, debería beneficiarse de las iniciativas del Programa. Por centrarme en lo que más cerca tenemos, produce tristeza ver lo poco conocida y valorada que es la faja pirítica que abarca a Huelva, Sevilla y el sur de Portugal; su potencialidad y sus características específicas la hacen única.
Necesitamos subirnos al carro de programas EIP, aprovechar todo lo que la Comisión Europea ponga a nuestro alcance, apoyarnos en nuestras administraciones, el CDTI, el CSIC, etcétera.
4. Usted ha tenido la oportunidad de conocer un gran número de fundiciones en el mundo, ¿qué diferencias ha encontrado en relación con las de España y Andalucía?
En España sólo hay una fundición, del tipo primaria, las que producen cobre a partir de mineral en lugar de hacerlo a partir de cátodo o de cobre reciclado. En Europa hay seis y en el mundo alrededor de cincuenta. No puedo decir que las conozco todas pero sí la mayoría de ellas, las más relevantes. No hay ninguna razón por la que debamos sentirnos inferiores a ellas, ni en el aspecto ambiental, ni por eficiencia energética ni por productividad. De hecho, Huelva es una referencia a nivel mundial para el resto de las operaciones y esto es algo que el accionista, Freeport, reconoce y valora muy sinceramente.
5. Durante su trayectoria, también ha tenido responsabilidades en áreas relacionadas con el medioambiente, ¿qué evolución ha visto en este campo?, ¿considera que las políticas europeas permitirán que la región siga avanzando?
La evolución en el aspecto ambiental ha sido muy importante en los últimos años y estas mejoras han sido posibles gracias a la innovación y a los desarrollos tecnológicos, además de la apuesta de las industrias por implantarlas. Hace veinte años instalábamos tecnología punta de ese momento que hoy estamos reemplazando por otras más avanzadas que nos permiten minimizar el impacto ambiental de manera muy significativa.
Las políticas relacionadas con el Horizonte 2020 persiguen un incremento de la contribución industrial al PIB y pienso que aquellos territorios como Andalucía, en los que esta es menor, tienen la gran oportunidad de revertir esta situación. Merece la pena revisar la correlación inversa entre desempleo y contribución industrial al PIB, por ejemplo, como se compara Alemania con España, o el País Vasco con Andalucía.
6. ¿Qué opina de la contribución a la comprensión de la base intelectual de Europa que se va a llevar a cabo a través del Programa 2020?, ¿qué convenios institucionales mantiene Atlantic Copper en materia de investigación y formación?
Uno de los objetivos del Horizonte 2020 es que Europa recupere el liderazgo científico a nivel mundial, es más, a diferencia de programas anteriores, reconoce la importancia de la integración de todas las fases de la generación del conocimiento, desde la investigación básica hasta la trasferencia de los resultados a la industria.
En este sentido, Atlantic Copper tiene convenios de colaboración con las principales escuelas de metalurgia de Europa, como son Aquisgrán, Freiberg, Helsinki, entre otras, que se materializan en la realización de distintos proyectos de I+D.
Al mismo tiempo, somos conscientes de la necesidad de potenciar nuestras universidades. En nuestro caso contamos con la Universidad de Huelva para desarrollar gran parte de nuestros proyectos de I+D. Además, tenemos un programa de acogida de estudiantes en prácticas en nuestras instalaciones y un convenio para regular la participación de nuestro personal como docentes en másteres de posgrado.
7. Como presidente de AIQBE, ¿piensa que la industria en Huelva está próxima al ciudadano?
Creo que en Andalucía, y en particular en Huelva, no hay una actitud de apoyo a la industria comparable con Asturias, Cataluña o el País Vasco. Por alguna razón, y en esto hago autocrítica, no hemos transmitido lo que hacemos para que se nos acepte y se nos vea como buenos vecinos; como una parte más de la sociedad que contribuye al desarrollo y al bienestar de todos. Personalmente, con más de treinta y dos años operando en plantas industriales de Huelva, esto es algo que me produce un cierto sentimiento de tristeza.