Los retos más importantes a los que se enfrentan las agroindustrias andaluzas en su actividad de comercialización de los productos agroalimentarios vienen derivados de la creciente competitividad por parte de operadores de la industria agraria en otras regiones, tanto a nivel nacional como internacional.
Esta situación ha obligado a las empresas a poner en marcha estrategias enfocadas, por un lado, a la continua diferenciación de los productos que comercializan, con objeto de satisfacer las necesidades y gustos de los consumidores, y por otro, a la mejora interna de los procesos de fabricación, con objeto de mejorar la rentabilidad y resultar más competitivas en el mercado globalizado.
El Centro de Innovación y Tecnología Agroalimentaria (CITAGRO) es una entidad pionera en la dinamización de actividades de innovación dentro del sector agroalimentario andaluz. Desde su creación, en el año 2000, como primer centro de innovación y tecnología agroalimentario de Andalucía y, a través de sus sedes de Sevilla y Málaga, Citagro ha venido desarrollando actividades de prestación de servicios tecnológicos de alto valor añadido para el sector agroalimentario, especialmente en aspectos relacionados con la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación (I+D+i), y con objeto de favorecer la mejora de la competitividad de las empresas.
Citagro, que tiene además como accionista mayoritario al Instituto Andaluz de Tecnología (IAT), ha trabajado durante sus casi 15 años de existencia con más de 300 empresas agroalimentarias andaluzas, desempeñando su labor a través de diferentes líneas de negocio que incluyen, entre otras, actividades de ecoinnovación y sostenibilidad, así como mejora y optimización de las operaciones agroindustriales.
ECOINNOVACIÓN Y SOSTENIBILIDAD
Desde el punto de vista de la sostenibilidad y la ecoinnovación, Citagro viene desarrollando iniciativas como centro de innovación y tecnología en los diferentes eslabones de la cadena de valor, enfocadas a la mejora de los impactos ambientales (huella de carbono y huella ambiental) derivados de la actividad de las empresas. En los últimos años, algunos de los proyectos de I+D+i llevados a cabo por la entidad, se han enfocado a demostrar el papel favorable que la agricultura y los productos agroalimentarios fabricados por la agroindustria con criterios sostenibles pueden jugar de cara al medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático. En este sentido, se han llevado a cabo proyectos como ‘Carbosiega’ (financiado por la Corporación Tecnológica de Andalucía y la Agencia IDEA) o ‘Agroeval’ (financiado por la Fundación Biodiversidad), enfocados a la medición de la huella de carbono en los sectores del olivar, cereal y vitivinícola. El proyecto ‘Conservapesca’ (financiado por el CDTI), por su parte, ha estado enfocado a la mejora de la sostenibilidad en los productos derivados de la pesca. Todos estos proyectos de I+D+i han contribuido a la adquisición de conocimientos para Citagro, lo que ha permitido ofrecer a diferentes clientes privados, fundamentalmente empresas productoras y comercializadoras de aceite de oliva, frutas y hortalizas, vino y sidra o frutos secos, la oportunidad de diferenciar sus productos en el mercado en base a estrategias basadas en la sostenibilidad y en la comunicación de sus valores ambientales.
EFICIENCIA OPERATIVA
Tal y como se ha comentado anteriormente, uno de los retos más importantes que afronta el sector agroalimentario es el de mejorar internamente su desempeño, con objeto de hacer más rentable su actividad y, de esta manera, ofrecer productos más competitivos en el mercado global.
En este contexto de actuación, la gestión de las operaciones industriales constituye un aspecto clave que permite a las industrias entregar a los clientes los pedidos con un plazo, un precio y unos compromisos de calidad previamente pactados. Para ello es primordial conocer en tiempo real lo que sucede dentro de la industria, desde la producción planificada, pasando por el estado de las compras y aprovisionamientos, por la situación (ubicación y movimientos) en el almacén de las materias primas y materiales, por la identificación de productos intermedios y terminados a lo largo del proceso y por el control de calidad asociado a los procesos de fabricación y a los productos terminados, entre otros aspectos.
Este conocimiento permite verificar si se están cumpliendo o no los objetivos y resultados establecidos y, por tanto constituye una información clave para la toma de decisiones.
Citagro ofrece a las industrias alimentarias, de manera conjunta con IAT, un servicio personalizado enfocado a la obtención de mejoras en la eficiencia operativa de las empresas.
Para ello se analiza en primer lugar el funcionamiento de las operaciones a mejorar, para lo cual se utiliza la herramienta VSM (Value Stream Mapping), que permite conocer el flujo de materiales y conocimientos presentes en la empresa en un momento concreto, y proporciona una información clave para identificar posibles pérdidas asociadas al proceso de producción por diferentes motivos: excesivos movimientos de materias primas, fallos y retrabajos en los productos fabricados, exceso de inventarios, elevadas esperas en las cabeceras de proceso o sobreprocesos y sobreproducciones que producen mayores costes operacionales.
En base a dicho análisis previo, Citagro realiza al cliente una propuesta de modificación de los flujos de materiales y de conocimiento, incorporando o eliminando infraestructura operacional, capacitando a las personas que forman o formarán parte de los procesos analizados y modificando, eliminando o incorporando las tecnologías de información y comunicación necesarias para la implementación de las nuevas formas de funcionamiento.
Este enfoque de trabajo conjunto entre Citagro e IAT permite poner a disposición de los clientes un equipo de trabajo multidisciplinar que dispone de conocimientos, no solo de todos los procesos productivos que se dan en el proceso industrial de fabricación de productos alimentarios, sino también de la influencia de una adecuada gestión de compras y aprovisionamiento en el funcionamiento de las operaciones industriales y en la calidad del producto final.