Andrés Muñoz Machado es doctor en Ingeniería Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid y licenciado en Ciencias Empresariales por ICADE, Andrés Muñoz Machado ha sido nombrado Profesor Ad Honorem de la Universidad Politécnica de Madrid. Además de trabajar en la empresa privada y en la Administración Pública, ha impartido durante años la asignatura ‘Estructura Económica y Política Industrial’ en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid. Autor de varios libros y numerosos artículos sobre Ingeniería Industrial, en este caso habla sobre su obra ‘La política industrial. Un reto de nuestro tiempo’.
1. ¿Cuáles son los aspectos más importantes que determinan el nivel de industrialización de un país?
Los capítulos de mi libro pretenden recoger los hechos que influyen de manera más importante en la industrialización de un país. A modo de síntesis destacaría lo siguiente:
• La globalización, que ha producido un enorme crecimiento de los intercambios comerciales.
• El uso que, desde hace alrededor de 200 años, se ha venido haciendo de las creaciones de los ingenieros. Hemos tenido tres Revoluciones Industriales en ese periodo.
• El hecho de que la industrialización da lugar a niveles de renta y de empleo más altos por lo que todos los países tienden a desarrollarse o industrializarse. • El papel de la persona humana armónicamente educada, sobre todo en el ejercicio de su libertad dentro de un marco ético.
2. ¿Qué importancia tienen las TICs y la I+D+i en el desarrollo y el crecimiento sostenido de las sociedades?
Las TICs han supuesto un nuevo modo de hacer en la empresa. El trabajo físico, la habilidad manual que era necesaria para el ejercicio de algunos oficios, ha casi desaparecido. De ahí que pueda decirse que las personas, en nuestra época, se dedican, más que a otra cosa, a manejar signos. Las TICs son consideradas como motor de la Tercera Revolución Industrial que vivimos hoy en día.
En este sentido, se han mostrado como un instrumento imprescindible para dotar de nuevas estructuras organizativas a las empresas. Difícilmente podría pensarse en la organización en red, cada vez más frecuente, sin el concurso de las TICs.
Por otro lado, la I+D+i (Investigación, Desarrollo e Innovación) es una variable directamente relacionada con la creación tecnológica de un país. Eso sí, dentro de esta creación tecnológica han de incluirse las técnicas de organización, de gestión, de management.
Una medida habitual de la importancia del I+D+i en un país es el gasto que se realiza en tanto por ciento de PIB. Una cifra que se considera adecuada es el 3% PIB. España, según informaciones, gasta el 1,3% PIB. El aumentarla es uno de los retos de nuestro país, ya que la tecnología de nuestra industria está clasificada como media o media – alta y si, como parece, deseamos alcanzar mayores niveles de bienestar, será necesario conseguir una industria que cada vez utilice tecnología más avanzada.
En este sentido, el Horizonte 2020 incluye un capítulo relativo a las “tecnologías capacitadores clave” (nanotecnología, micro y macro electrónica, biotecnología industrial, fotónica, materiales avanzados, técnicas de fabricación avanzadas), que son las que se considera tienen mayor poder de arrastre, esto es, de hacer crecer otros sectores de la industria. Además, el Horizonte 2020 incluye otros capítulos, como el “instrumento PYME”, en el que, según las informaciones publicadas, han tenido mucho éxito las empresas españolas.
Este tipo de acciones pueden ser aún de mayor provecho si se completan con políticas de apoyo a la empresa, tanto a nivel estatal como de comunidades autónomas.
3. ¿Qué ejemplos prácticos ha habido, a lo largo de la historia de la industria, que se deban tener en cuenta en España en los próximos años?
Creo que, aunque las respuestas puedan ser muchas y dispares, lo primero que hay que decir es que una industria robusta es consecuencia de la respuesta con éxito a la competencia, a la participación en un mercado competitivo. Es consecuencia de la libertad, ejercida dentro de un marco ético. Hay otros factores subyacentes o derivados del uso de la libertad.
En nuestros días han venido practicándose dos grandes orientaciones de política industrial. La primera, la Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI), que básicamente consiste en orientar la industria al mercado interior y poner toda clase de obstáculos a la participación en el mismo de las empresas extranjeras. La segunda, la Industrialización Orientada a la Exportación (IOE), que consiste en orientar a la industria al mercado internacional y hacerla competir en él desde el principio. Puede afirmarse que la IOE ha solido ser un éxito, contribuyendo a un crecimiento muy importante de los países donde se ha llevado a cabo, y la ISI casi siempre ha venido acompañada por el fracaso. Conviene añadir que es la IOE la que mejor se adapta a un mundo globalizado.
4. Un apartado de su libro trata sobre el apoyo de la Unión Europea hacia las PYMEs, ¿qué tendencia considera que se está desarrollando en este sentido?
En cualquier país, las PYMEs son algo así como el 95%- 98% de las empresas existentes. Por lo tanto, la política respecto a ellas es importantísima. Enorme importancia tiene también la empresa familiar, más del 60% de las existentes en cualquier país, y la empresa cooperativa.
La Unión Europea siempre se ocupó de las PYMEs. Conocido es su lema ‘Pensar primero a pequeña escala’, con lo que se quiere decir que cualquier disposición jurídica de la Unión ha de redactarse tras considerar sus consecuencias sobre las PYMEs. En esta preocupación, hay que encontrar el motivo de sus esfuerzos para limitar o eliminar la burocracia a la que se veían obligadas las PYMEs, definir lo que debe entenderse por PYME, fomentar el respeto al empresario, mejorar las vías de financiación, mejorar la fiscalidad y tantos otros temas. Todas estas políticas han puesto una vez más de manifiesto el enorme interés en entender y resolver sus problemas. Las Pymes son tan importantes que hay tratadistas que piensan que la Política Industrial debe tener exclusivamente tres capítulos: PYMEs, subvenciones al I+D+i y compras públicas.
Puede añadirse en relación con las PYMEs, que hoy, la mayor parte del comercio internacional, se corresponde con piezas y partes, no con productos completos acabados. El suministro de partes puede ser más fácil para las PYMEs si se internacionalizan.
5. De los países estudiados en su libro, ¿cuál cree que es el éxito más relevante y a cuyo modelo hay que acercarse?
La política industrial que se siga en un país depende mucho de sus instituciones, muy relacionadas con su cultura. Es tanto como decir que tiene que ver con el conjunto de valores compartidos y con los cauces por los que discurre la vida económica. Dedico en mi libro un capítulo a tratar de las culturas nacionales que estimo influyentes a la hora de elegir las políticas de industrialización y también los modelos de gestión de empresas.
6. ¿Podría definir los cinco factores fundamentales que considera que estratégicamente tiene que tener un país para ser una referencia a nivel industrial?
Pudieran quizás resaltarse el ejercicio de la libertad dentro de un marco ético; un sistema educativo que logre una educación armónica y que de todo el valor que merecen a las enseñanzas técnicas; un espíritu de iniciativa y empresarial respetado, fomentado y apoyado; una Administración Pública honesta, simple y eficiente; la internacionalización de las empresas.